La Ira de Sekhmet

Cuando la tierra era nueva, los dioses caminaban entre la gente. El pueblo respetaba a los Neteru y los Neteru amaban al pueblo.

Pero con el paso del tiempo la gente se olvidó de los Neteru. La gente dejó de hacer sacrificios, descuidó la oración e incluso empezó a faltar al respeto a las deidades Neteru. Después de desviarse y de ignorar las leyes del ma'at, la gente empezó a engañar, robar, asesinar y a cometer todo tipo de crímenes unos contra otros.

El gran creador Amón-Ra observó la tierra y vio que la gente era malvada. En su sabiduría, Amón-Ra convocó un Gran Consejo de los Neteru. Los Neteru aconsejaron a Amón-Ra que usara sus poderes divinos para castigar a los malvados, para que se arrepintieran.

Amun-Ra aceptó y envió a su hija Sekhmet, el Ojo de Ra, para que destruyera a los malhechores y los justos pudieran volver a recorrer el noble camino establecido por los dioses.

Sekhmet salió a la tierra y comenzó a matar a los hombres malvados en todas partes. Pero con cada malvado que Sekhmet mataba, su rabia se hacía más intensa. Después de matar a todos los hombres malvados, Sekhmet no se detuvo. Ella comenzó a matar a los justos. Y con cada hombre virtuoso que Sekhmet mataba, su rabia crecía en intensidad.

Sekhmet, Diosa Leona
Sekhmet, Diosa Leona

Cuando Amón-Ra inspeccionó la tierra, vio la gran matanza que Sekhmet había provocado en el pueblo. Vio que ella había masacrado a casi toda la gente del mundo. Escuchó las oraciones y las súplicas de los justos, y decidió poner fin a la destrucción de Sekhmet.

Amun-Ra consultó a Dyehuty, y juntos idearon un plan para detener el desenfreno de Sekhmet. Amun-Ra pidió que se trajeran grandes cantidades de cerveza a la cámara del consejo. Dyehuty mezcló la cerveza con ocre rojo para darle un color rojo intenso.

Esa noche, Amón-Ra ordenó que la cerveza roja se vertiera sobre los campos. A la mañana siguiente, cuando Sekhmet se despertó, miró los campos y creyó que estaban empapados con la sangre de los malvados que había matado. Al ver la sangre de sus víctimas, sintió hambre y comenzó a devorar grandes cantidades de ella. Bebió la cerveza roja hasta emborracharse y se quedó dormida bajo el ardiente sol del mediodía.

Al verla dormida en el campo, Amón-Ra envió a Dyehuty a recuperar a Sekhmet y llevarla de vuelta al gran creador. Cuando despertó, Sekhmet se había calmado y había vuelto a su aspecto de Hathor, diosa del cuidado maternal.

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