La creación de Bes
Un día, el gran dios creador Amón-Ra convocó al Consejo de Neteru y les dijo "A medida que el pueblo de Kemet tiene hijos, y sus hijos tienen hijos, la población crece. El pueblo nos reza pidiendo protección, guía y prosperidad. Responder a las oraciones de la gente consume toda nuestra atención y cada vez tenemos menos tiempo para preservar el ma'at en todo el cosmos. Les pregunto, mi gran consejo, ¿cuál es la mejor manera de gestionar nuestras numerosas responsabilidades divinas en estas condiciones?"
Dyehuty reflexionó sobre la pregunta de Amón-Ra y replanteó el problema, como era su costumbre: "Oh Amón-Ra, grandísimo creador, es cierto que a medida que la población humana crece, los fieles demandan más tiempo de los Neteru. Esto supone un problema, ya que cuanto más tiempo se dedica a ayudar a los humanos, menos tiempo se dedica a mantener el orden cósmico.
"Propongo al Consejo la siguiente solución", continuó Dyehuty. "Pide a Khnum que cree un cuerpo con la arcilla del Nilo. Haz que el dios del aire Shu sople vida en la forma inerte y ordena a las deidades del gran Consejo que cada una de ellas infunda este nuevo cuerpo con una parte de su poder. Así, se formará una nueva deidad, y él será encargado de responder a las peticiones de protección de la humanidad. Y esta nueva deidad se llamará Bes, de la palabra 'besa' que significa 'proteger'".
Amón-Ra estuvo de acuerdo y así lo ordenó. Khnum modeló un cuerpo con la arcilla fértil del Nilo. Entonces Shu sopló vida en el cuerpo. Amun-Ra ordenó entonces a cada uno de los Neteru que pusiera una parte de su poder en la nueva deidad. Sekhmet colocó una porción de su poder en la forma y su rostro se convirtió en el de un león; Min colocó una porción de su poder en la imagen y su falo creció; Hathor le infundió una porción de su poder y ésta absorbió su espíritu gentil; y así sucesivamente. A medida que cada uno de los dioses y diosas colocaba una porción de su poder en el cuerpo recién creado, éste tomaba los atributos del contribuyente.
Finalmente, Amón-Ra concedió una parte de su poder al cuerpo y de su corona crecieron grandes penachos. El dios creador dijo entonces a la nueva deidad: "Serás conocido para siempre como Bes, el protector. Tu cometido será responder a las plegarias del pueblo kemético y utilizar los poderes con los que te han infundido los Neteru para concederles protección divina. Allí donde aparezca tu imagen y donde se invoque tu nombre, los hombres malvados y los espíritus maliciosos huirán".
La altura total de Bes se extendía desde las arenas hasta el cielo, pero cada una de las deidades había concedido sólo una pequeña parte de sus poderes a Bes, por lo que sus piernas eran de naturaleza enana, y se le conoció para siempre como el dios león enano. Tras la creación de Bes, el pueblo lo invocó como protector personal y doméstico de sus familias y hogares en toda la tierra.